Ante todo, el ordenador es un utensilio, un instrumento que nos ayuda a la hora de realizar ciertas tareas. Si nos fijamos en otros tipos de herramientas o instrumentos, vemos que cada uno tiene sus funciones determinadas y limitadas: un lápiz sirve para escribir o dibujar; una cámara de fotos o de vídeo, para grabar eso mismo; un libro, para ser leído, consultar algo en él, o para ser disfrutado; una televisión, para ver sus programas o películas; una radio, para escuchar música; un teléfono, para comunicarnos con alguien lejano; y así un largo etcétera.
Todos estos instrumentos tienen sus funciones bien definidas y del mismo modo limitadas, pero si nos fijamos en el ordenador la cosa cambia: el mismo instrumento engloba tal cantidad de utilidades y funciones que se ha convertido en algo casi imprescindible en la era moderna. Podemos ver películas, imágenes, vídeos, escuchar música, consultar información, comunicarnos con gente que está a kilómetros de nosotros... lo que viene a significar que el ordenador es una herramienta verdaderamente útil y heterogénea, sirve tanto para los pequeños como para los más mayores.
Al poder desarrollar tantas funciones y actividades, y al ponerlas a disposición del usuario de una manera simple e intuitiva (aunque depende de la herramienta, claro está...) el ordenador es un tremendo potenciador y liberador de nuestra creatividad e imaginación.
Un coche 'tuneado' con microchips...
¡al menos llamará la atención!
Que opinen ellas mejor, pero dicen
que esto es lo último en Milán...
Una impresora-panadera...
bueno, tiene que haber de todo
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